sábado, 18 de septiembre de 2010

El alcoholismo

El alcoholismo consiste en un consumo excesivo de alcohol de forma prolongada con dependencia del mismo.
Es una enfermedad crónica producida por el consumo incontrolado de bebidas alcohólicas, lo cual interfiere en la salud física, mental, social y/o familiar así como en las responsabilidades laborales.
El alcoholismo es un tipo de drogodependencia. Hay dos tipos de dependencia en esta adicción: la física y la psicológica. La dependencia física se revela por sí misma, cuando se interrumpe la ingesta de alcohol, con síntomas muy claros como la tolerancia, cada vez mayor, al alcohol y enfermedades asociadas a su consumo. La dependencia psicológica es la necesidad de beber para tener consuelo en los problemas que la persona puede presentar, como los conflictos, baja estima personal, etc.
El efecto directo del alcohol en el sistema nervioso es la depresión, como resultado de la disminución de la actividad, la ansiedad, tensión e inhibiciones. La concentración y el juicio empiezan a empeorar. En cantidades excesivas, el alcohol produce una intoxicación y envenenamiento.
El alcohol también afecta a otros sistemas corporales. Puede aparecer una irritación del tracto gastrointestinal con erosiones en las paredes del estómago debidas a las náuseas y vómitos. Las vitaminas no se absorben bien, y esto ocasiona deficiencias nutricionales en los alcohólicos de larga evolución. También ocasiona problemas en el hígado (cirrosis hepática).
En
América Latina el alcoholismo afecta entre el 4 y el 24 % de la población adulta, lo que representa unos 30 millones de personas.
Varias publicaciones de forma aproximada platean que la mitad de los fallecidos en
accidentes de tránsitos, de los homicidios, violaciones y actos de violencias hogareñas se producen bajo los efectos del alcohol. De igual manera se plantea que está demostrado que el alcoholismo como enfermedad disminuye la esperanza de vida en 12 años.

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